Quizás os suene la corriente artística Art Déco de
principios del siglo pasado que engloba una variedad de estilos
decorativos reaccionarios contra la sobriedad de la época. Pues haciendo
alusión a esta corriente, la marca alemana ARTDECO nos ofrece una amplia gama
de productos con la calidad de alta cosmética y maquillaje profesional que está
más al alcance que la de otras marcas con productos de características
similares. La relación calidad-precio es tal que en pocos años la marca se ha
convertido en una de las más presentes y compradas en perfumerías y droguerías
de Alemania.
Yo esta marca la conocía desde que vivía en Alemania,
cuando aún eran pocos productos los que ofrecía: algún que otro jumbo-stick y
polvos compactos básicamente. Años más tarde me la volví a encontrar aquí en
España en mi perfumería de confianza y gracias a mi esteticién. En este tiempo
el catálogo de productos ha crecido considerablemente con líneas enteras de
cosmética y de maquillaje. Desde entonces he usado varios productos de los cuales voy a destacar los más destacables (hola redundancia) que son los de cosmética.
He usado productos de las líneas Skin Yoga Face y Skin Yoga
Bio-lab. En estas líneas se han combinado
conocimientos dermatológicos avanzados con la filosofía oriental del Yoga donde
prima el equilibrio entre el bienestar físico, psíquico y espiritual. La
textura agradable de estos productos junto a su aroma no solo mima nuestra
piel, sino que nos proporciona una sensación de relajación generalizada.
El primer producto para la limpieza diaria es
la mousse limpiadora: se
aplica directamente sobre la piel húmeda dando un suave masaje, por ejemplo con
una esponjita desmaquillante. A continuación se elimina con abundante agua.
Hasta aquí según ARTDECO. Yo en cambio descubrí que usando un algodón
plano y aplicando el producto sobre la piel seca, limpia con la eficacia de un
gel limpiador y con la suavidad de una leche desmaquillante. Tras la retirada
del producto con el algodón suelo eliminar el resto con algo de agua. Este
producto sirve para todo tipo de pieles, especialmente para las más sensibles e
irritables.
Después de la limpieza que se puede llevar a cabo en
todas las zonas faciales con el mismo producto que acabo de presentar, se podría utilizar el tónico en spray. Al venir en un aerosol (perdóname agujero de ozono) se
aplica en la cara como la laca en el pelo, a unos centímetros de distancia
permitiéndonos usar la cantidad idónea de producto. De este producto debo
destacar dos aspectos: el primero, menos positivo, es que pese estar indicado
para todo tipo de pieles, especialmente para las sensibles, estas últimas
pueden notar cierta sensación de quemazón en las zonas más sensibles como en mi
caso en el contorno de ojos. No es nada que es deba alarmar, yo lo que recomiendo es secar inmediatamente esas zonas con un algodón mientras que el resto se
seque solo. El segundo aspecto es el agradable aroma que comparte por cierto
con la espuma limpiadora, aunque sean productos revitalizantes a mí me relajan
muchísimo. Otros usos que se le pueden dar a este tónico son como
fijador de maquillaje, rociando una cantidad mínima después de este, o como
spray refrescante entremedias. Yo no he llegado a usarlo para estos fines
porque, aunque el precio sea asequible, sale más rentable usar para ello
agua termal como la de Avène por ejemplo (el tamaño grande sale bastante
económico, pero ya hablaremos otro día sobre este tipo de productos de
Parafarmacia).
Para el cuidado diario
de la piel está indicado el sérum con efecto lifting y la crema de día ultrahidratante.
Aquí debo reconocer que no he seguido las recomendaciones de aplicación ya que la
crema de día la usaba de noche: me desmaquillaba, me echaba el sérum, dejaba secar y aplicaba la crema. Más que nada no la aplicaba por las mañanas porque
durante el día llevo maquillaje (“Superbalanced” de Clinique) o crema tipo BB
(“You Rebell” de Benefit) muy hidratantes y no quiero pasarme en la hidratación
a pesar de tener la piel bastante seca. No obstante, el sérum lo aplicaba tanto
antes de maquillarme como antes de la crema por la noche. Este producto es
fantástico, uno de mis preferidos: textura ultraligera, no me irrita ni las zonas
más sensibles como lo hacen otros productos con efecto lisfting, tiene muy buen
olor y cunde muchísimo a pesar de sus 30 ml.
En cuanto a los productos de uso ocasional, es decir exfoliantes, mascarillas y tratamientos, a día de hoy he llegado a usar tres. El exfoliante y el tratamiento hidratante intensivo son de la gama Skin Yoga bioLAB que destacan por su olor neutro y la ausencia de conservantes y parabenos, es decir que es una gama muy natural que proporciona un cuidado más suave pero no menos efectivo. La mascarilla exfoliante con bayas de Goyi, conocidas por su efecto antioxidante, es muy suave y requiere tan solo un suave masaje en la aplicación y 5 minutos de acción inmediata cuyos resultados notaremos y veremos tras eliminarla con agua tibia. Yo la aplicaba de una a dos veces por semana, insistiendo en las zonas de más impurezas. Para un plus de hidratación tenía dos opciones, la mascarilla intensiva en gel de Skin Yoga Face y el tratamiento regenerante de Skin Yoga bioLAB en forma de cápsulas. La mascarilla la aplicaba una vez cada una a dos semanas (a veces hasta solo una vez al mes), cuando notaba que mi piel estaba más seca de la cuenta. Me la echaba por la noche en vez de la crema hidratante y la dejaba actuar durante toda la noche ya que no requiere eliminación. Al día siguiente se nota la piel mucho más suave. Las capsulas se supone que son para un tratamiento de 21 días, pero mi piel nunca ha estado tan dañada y seca como para requerir el tratamiento durante tres semanas. En realidad el bote con 21 cápsulas me duró más de un año, solo las usaba en casos extremos de sequedad o cuando tenía la piel irritada por algún motivo. Cuando las aplicaba lo hacía después de la limpieza nocturna sustituyendo sérum y crema hidratante. El contenido de las cápsulas no es el típico aceite espeso, tiene una textura muy ligera y es de rápida absorción. Aun así recomiendo usarla solo cuando la mascarilla hidratante no sea lo suficientemente intensiva.
Hasta aquí los productos cosméticos
que tengo y uso casi diariamente de la marca ARTDECO. De los precios exactos no
me acuerdo realmente, se que al principio no me parecieron baratos
comparándolos con los productos mainstream (es decir aquellos que encontramos
hasta en el supermercado) pero tampoco caros si tenía en cuenta que debido a mi
hipersensibilidad dermatológica tenía que comprar productos de parafarmacia más
caros. De todas formas, ni los de limpieza sobrepasan los 20 euros (creo que de
media salen por 15 euros), ni los de cuidado los 30.
Lo que sí os puedo asegurar es que
cualquiera de estos productos cunde muchísimo y, al menos en mi piel, cumplió lo
que promete.
C.U., Xo